Mucho se habla sobre los dotes de buena gente de Dave Grohl, el cantante de Foo Fighters. Amistades con los más grosos de la música y una simpatía extrema en el escenario lo han convertido en uno de los músicos más buena onda de la escena.

Anoche, los fanáticos argentinos pudieron comprobar en carne propia su fama después de que el músico terminara de cenar en un coqueto restaurante de Recoleta y permaneciera en la calle varios minutos sacándose selfies con la gente.

El cantante y exbaterista de Nirvana comió junto a Josh Homme, lider de Queens Of The Stone Age, y después se retiraron en distintas camionetas hacia el hotel en el que se alojan. Hoy ambas bandas tocarán en el estadio de Vélez.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *