Empieza el espectáculo

“All that work. All that glitter. All that pain. All that love. All that crazy rhythm. All that jazz” (Todo ese trabajo. Todo ese brillo. Todo ese dolor. Todo ese amor.  Todo ese ritmo loco. Todo ese jazz)

¿Existió alguien tan lúcido como para escribir su propia historia y plasmarla en el cine a través de un musical que es,  además, una muestra perfecta del  estilo creado por esa misma persona? Claro que sí, ese alguien fue Bob Fosse y la película en cuestión, All that jazz (1979).

Bob Fosse (1927-1987) fue un brillante bailarín, coreógrafo y director. Luego de varios éxitos en Brodway, y de ganar ocho Oscars con Cabaret en  1972, filma esta historia, la suya, contada a través de cuadros musicales, guiado por las mujeres que lo marcaron (al igual que Fellini en 8 y ½). Representado por un alter ego, Joe Giddeon (Roy Scheider) que conversa con la Muerte (Jessica Lange), Fosse plasma su búsqueda de la perfección, la frustración al no encontrarla y las miserias del show business.

Desde el inicio, vemos la vida que lleva Joe: pastillas, cigarrillos, stress, una ex esposa, amantes infinitas, una hija  y el show que nunca se detiene, excesos que  lo llevarán a su lecho de muerte. De hecho, Fosse parte de su propio ataque cardíaco, sufrido durante los ensayos de Chicago (de la canción principal de la obra, All that jazz, surge el nombre de la película). Todos los cuadros musicales son una muestra acabada de su estilo: manos con guantes, galeras, polainas, medias de red y danza jazz. Tal como se auto-presagiara en el film, Fosse muere de un paro cardíaco en 1987, seguramente imaginando un gran show a su alrededor.

Aquí, cuatro momentos de esta rareza, brillante y eterna:

https://youtu.be/L2e9acreKmQ

https://youtu.be/zKiXIaBSC9E

https://youtu.be/OVasewV7OpA

https://youtu.be/6rv4IvjaC78

Miss Coti


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